En el encuentro, Patricio Meller dijo que el tema de fondo en un mundo global es cómo aumentar la competitividad de las empresas, lo que implica mejorar la productividad de los trabajadores y de las compañías.

La necesidad de avanzar en reformas laborales “profundas y en serio” fue una de las principales conclusiones a las que arribó el panel “La economía política de las reformas laborales”, que se desarrolló en el marco del 4° Encuentro de la Sociedad Chilena de Políticas Públicas, realizado ayer en la Universidad Católica de Valparaíso y auspiciado por La Tercera.

En la discusión sobre el mercado del trabajo participaron los economistas Patricio Meller y Ricardo Solari, el especialista en políticas sociales de la Cepal, Guillermo Campero, y el abogado laboral José Luis Ugarte.

Meller dijo que el tema de fondo en un mundo global es cómo aumentar la competitividad de las empresas, lo que implica mejorar la productividad de los trabajadores y de las compañías. Por ello, se preguntó ¿cuál sería la reforma laboral que apuntara en este sentido?
La principal herramienta para mejorar la productividad de los trabajadores es la capacitación, lo que implicaría invertir “muchos recursos a través de una reforma tributaria” o bien, añadió, “de los fondos soberanos.

En ese contexto, indicó que la principal herramienta para mejorar la productividad de los trabajadores es la capacitación, lo que implicaría invertir “muchos recursos a través de una reforma tributaria” o bien, añadió, “de los fondos soberanos, donde hay bastantes recursos, pero nadie sabe por qué nunca se ha discutido utilizarlos”.

Con todo, dijo que el debate que ha habido hasta el momento en el país ha sido “marginalista, cada tema por separado y esto genera que los involucrados tomen posturas marginales que no llevan a ninguna parte. Y esto ha provocado que no se haya realizado ninguna reforma en serio”.

Comentó que se “debe plantear un punto de encuentro entre trabajadores y empleadores, donde cada uno ceda algo. Por un lado, lo que quieren los trabajadores es acabar con el reemplazo de huelgas y, por su parte, los empleadores quieren disminuir las indemnizaciones por año de servicios; eso sería una alternativa”.

El ex ministro del Trabajo Ricardo Solari comentó que la “historia de las reformas ha sido conflictiva” y, además, se ha dado en un país con una dinámica de actores, gremios, sindicatos y sociedad civil importante”. Manifestó que una reforma debe estar centrada en integrar al mercado laboral a los jóvenes y mujeres, que son los sectores más rezagados.

José Luis Ugarte sostuvo que una futura reforma al mercado del trabajo en Chile no irá en el sentido de profundizar la “flexibilidad laboral”, ya que a su juicio no hay espacio para hablar de ello en el país. Explicó que el problema de la agenda de trabajo, instalada desde el año 2000 hasta ahora, es que existen puntos claros, pero con posiciones muy distintas. Se mostró partidario de debatir temas como la negociación por ramas, en lo también coincidió Guillermo Campero.

Fuente: La Tercera


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