Autor: Manuel Marfán
Fuente: La Tercera

Uno de los implicados en el caso del “papel tissue” apelará a la Corte Suprema. A propósito de esa noticia, varios medios han hecho un recuento de los casos más conocidos de colusión de los años recientes. Además del “papel tissue”, están la “guerra del plasma”, el “caso pollos”, y el “caso farmacias”, entre varios otros. La eficacia que han tenido la Fiscalía Nacional Económica (FNE) y el Tribunal de la Libre Competencia (TDLC) para investigar y sancionar estas malas prácticas en los últimos ocho años ha sido notable. ¿Y por qué? Porque la Ley 20.361, de septiembre de 2009, marca un antes y un después en esta área.

En efecto, esa ley facultó a la FNE a rebajar penas al implicado que aporte información eficaz para la investigación (delación compensada). Aunque esa figura ya existía en Chile para los casos de terrorismo y narcotráfico, es en la legislación económica donde ha llamado más la atención. En Chile siempre hubo fallas a la libre competencia y, me atrevería a decir, las de antes eran más gravosas y lesivas que las actuales (con mercados menos abiertos a la competencia externa). Pero es solo ahora que el Estado puede defender a la sociedad de los abusos de mercado.

El implicado que delata a sus socios es tan culpable como los otros. Entonces, ¿es justo que, siendo culpable, reciba una sanción menor? ¡Mala pregunta! Sin delación compensada es difícil, si no imposible, hacer justicia. La compensación, por lo tanto, implica renunciar a un grado de justicia para tener más justicia. Sin esa compensación se mantiene un principio (todos los igualmente culpables deben recibir las mismas penas) pero no hay justicia porque no se pueden construir pruebas. Como era antes.

El caso Odebrecht o “lava jato” es un buen ejemplo al respecto. La delación compensada permitió obtener una declaración en EE.UU. acerca de la red de corrupción en cerca de 10 países de la región, especialmente Brasil (Chile no fue mencionado). La delación compensada en Brasil permitió acceder a los detalles y nombres de los implicados, incluyendo expresidentes y presidentes en ejercicio. Lo mismo en Perú, Colombia y otros países. Se sabe que Odebrecht operó de manera profunda y extensa en Argentina, pero allí no existe la delación compensada. Hasta ahora no ha sido posible lograr un acuerdo con la justicia de ese país.¿Hay más justicia en Argentina o en Perú respecto al caso Odebrecht?

Volviendo a Chile, la delación compensada en los casos de libre competencia ha sido tremendamente eficaz. El ex fiscal nacional económico Enrique Vergara, y el actual, Felipe Irarrázabal, han hecho un manejo impecable de ese instrumento. Los fallos del TDLC han sido inexpugnables, con un 100% de eficacia en las apelaciones a la Corte Suprema. Qué orgullo me da cuando veo que en Chile sí se pueden hacer bien las cosas importantes.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *