Fuente El Líbero

El economista plantea que “una política que no sea de calidad no puede producir una economía de calidad”. Asimismo advierte que no hay que no volver a “la mediocridad que caracterizó a nuestro desarrollo en el pasado”.


Un poco menos de dos semanas quedan para que los siete aspirantes a La Moneda se enfrenten de cara en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 21 de noviembre. Desde este lunes comienza la cuenta regresiva para que los candidatos comiencen a quemar sus últimas cartas para intentar capturar a la mayor cantidad de electores posibles.

Esto, luego de que la carrera presidencial se viera paralizada la semana pasada por el resultado positivo de Covid- 19 que arrojó el examen de Gabriel Boric, que obligó a que los otros candidatos presidenciales también tuvieran que hacer cuarentena preventiva durante siete días, por considerarse contactos estrechos.

El viernes pasado, las encuestas electorales difundieron públicamente sus últimos sondeos y muestran al abanderado del Partido Republicano, José Antonio Kast, y al abanderado de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, liderando la carrera, sin embargo, para el economista y exministro, René Cortázar, el panorama no es alentador, porque “el programa de Boric es una receta perfecta para ahuyentar la inversión”, asegura en el programa radial Mirada Líbero en Agricultura. 

Para Cortázar, “la gente no está en una discusión ideológica, la sociedad no está polarizada en Chile. Y sabe, por lo tanto, que la inversión y el crecimiento que es el 80% de la solución está muy poco presente en debate político presidencial, y la gente tiene que pedir que este tema se debata, porque es la única forma de salir (de la crisis). Para que esa reinversión pueda retomar sabemos que depende del tema político. Una política que no sea de calidad no puede producir una economía de calidad. Salgamos de esto, no dejemos pasar la oportunidad y no volvamos a la mediocridad que caracterizó a nuestro desarrollo en el pasado”.

“Como país no nos está yendo bien, desde hace bastantes años que nos está yendo muy mal, y las personas a lo que aspiran, independiente de sus ideas políticas, es que esto se pueda revertir”, advierte el autor del libro ‘El gran desafío: la nueva Constitución’. El exministro de Trabajo y Previsión Social asevera que “llevamos ya ocho años de un crecimiento muy por debajo del resto del mundo, llevamos un periodo donde los salarios han ido creciendo muy lentamente, el empleo está muy estancado, hay realmente una verdadera ansiedad de las personas respecto al tema de la delincuencia y al narcotráfico”.

El desafío entonces, dice Cortazar, es mejorar esa calidad de la política para atraer la inversión, “lo que es contrario al programa de Gabriel Boric, donde se establece que para mejorar la productividad, se debe rebajar la jornada de trabajo laboral”. Con eso, advierte el político, “no se mejora la productividad, por lo que es una mala noticia del programa económico de Boric que, además, ahuyenta totalmente la inversión en el país”.

Según el economista, hoy en día un inversionista que quiere invertir en el sector agrícola y que está dudando entre la Región del Maule y el Perú, “sabe que Perú ya firmó el TPP11 o sea que si ellos invierten ahí, van a poder llegar a un mercado de 500 millones de habitantes con privilegios, al cual quiere ingresar China”, mientras que si invierten en Chile tienen garantizado un convenio enterrado en el Senado.

La Convención y su rol decisivo

En el reciente libro publicado por René Cortázar, titulado ‘El gran desafío: la nueva Constitución’, el autor sostiene que la Convención Constitucional juega un rol primordial en la crisis electoral que el país vive actualmente. Para Cortázar, la Convención es absolutamente decisiva, “porque este deterioro que hemos tenido no cayó del cielo. Este proceso de deterioro que hemos vivido en el empleo, en los salarios y en la paz social tiene su origen en el frenazo que ha tenido el país en los últimos ocho años”, y la causa de ese frenazo, agrega, “radica en el deterioro de las políticas públicas y en el desgaste de la calidad del sistema político”.

“En los años noventa crecíamos al doble que el resto del mundo”, no obstante, “a partir del 2014 empezamos a crecer por debajo del resto porque se empezaron a deteriorar las reglas básicas del juego”, que son las que permiten que en los países haya inversión, desarrollo y crecimiento, explica.

Sin embargo, Cortázar no pierde la esperanza de que todavía es posible hacer ciertos cambios en la Convención Constitucional. Ejemplifica que una reforma que es absolutamente necesaria y central es una electoral y política, “porque esas reglas del juego hace rato que están menoscabadas”.

Plantea que en la Cámara de Diputados hay representación de quince partidos políticos: “¿Conoce usted algún país del planeta donde habiendo quince partidos políticos, cada uno para su santo, se puedan hacer buenas reglas del juego?, imposible”, precisa. Por eso, a su modo de ver, se necesita una reforma electoral que haga que en vez de tener quince partidos políticos, se tengan incentivos para crear grandes bloques que puedan dialogar y lograr acuerdos, “si me preguntan a mí, eso es posible de hacer en la Convención”.

Cortázar insiste en que pueden haber mucho desenlaces que no son positivos, “no voy a decir que es probable que ocurra, lo que estoy diciendo es que es posible, y mientras sea posible, tenemos que intentarlo. Tenemos que jugarnos todo, en este momento tan crítico en el país donde nadie puede quedarse en la tribuna”, y añade que este es el momento en el los ciudadanos tienen que, del modo que puedan, “influir a través nuestras opiniones”.

En palabras del experto, “hay muchos obstáculos de lo que ha ocurrido con la Convención, porque es un organismo muy polarizado políticamente, que no representa realmente el espectro político de Chile hoy día, sin embargo, es posible que ocurran estos cambios y por eso hay que jugárselas”, concluye.

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