Cieplan señala que 60% del erario corresponde a gastos comprometidos en leyes permanentes. En la oposición dicen que reasignar recursos desde una partida a otra tiene un límite.

La semana pasada, la posibilidad de un acuerdo se perdió debido a que si bien Hacienda accedió a elevar en US$ 100 millones los fondos de libre disponibilidad para el próximo gobierno, lo hizo bajo el concepto de reasignaciones, lo que fue rechazado por la oposición, que aspiraba a sumar recursos extra como provisión para distribución suplementaria. 

Jorge Rodríguez, experto de Cieplan, señala que los gastos fijados por leyes permanentes representan en torno al 60% del Presupuesto 2014, lo que deja un estrecho margen de acción, más cuando el erario se diseñó con una estimación de crecimiento del gasto fiscal en 2014 de 2,1% respecto del presupuesto vigente. 

“Si a eso se suman los pagos de remuneraciones de personal de planta y los arrastres de inversiones ya comprometidas, se tiene que alrededor de tres cuartos del presupuesto no son reasignables en el corto plazo”, afirma.

Precisa que respecto del 25% del presupuesto que es potencialmente reasignable, se requiere capital político para efectivamente redireccionar recursos de un programa a otro, ya que cada programa tiene sus defensores, incluso cuando con evaluaciones se los identifica como poco efectivos. 

“El nuevo gobierno tendrá que persistir en el esfuerzo de reasignar recursos desde los programas poco efectivos a los de mayor impacto, pero hay que reconocer que ello tiene un límite. Por eso, para implementar su programa de gobierno en 2014, los recursos con mayor grado de libertad son aquellos sin una asignación específica en el presupuesto”, afirma. 
Los gastos fijados por leyes permanentes representan en torno al 60% del Presupuesto 2014, lo que deja un estrecho margen de acción.

José Yáñez, académico de la Universidad de Chile, señala que el escenario para la próxima administración tiene como principal dificultad “convencer sobre la necesidad de contar con recursos tributarios adicionales que serán eficientemente utilizados para resolver las demandas sociales urgentes que se plantean”.

“La tasa de crecimiento del PIB influye directamente en la magnitud de los recursos tributarios recaudados. El problema radica en que se usó una tasa de crecimiento que es cuestionada, que es alta respecto de lo que las nuevas estimaciones señalan, por lo tanto, la recaudación sería menor a la estimada”, dice.

CRITICAS A HACIENDA

“El gobierno no tiene disposición al diálogo, su postura es artificial. Llevamos años en este tema y sabemos con mucha claridad que reasignar es un proceso largo, complejo y no garantiza que se obtendrán los recursos que requerirá para su primer año de mandato la Presidenta Michelle Bachelet”, advierte el diputado PS Carlos Montes.

El diputado DC y también integrante de la Mixta y de Hacienda, Pablo Lorenzini, agrega que esa cartera ha desconocido leyes y acuerdos aprobados en la discusión de 2013, en especial en materia de fondos para educación, lo que “evidentemente habla de una falta de fair play que en el tema presupuestario no habíamos visto”. Además de cuestionar la estimación de PIB con que se elaboró el erario, deja entrever que la estimación de ingresos efectivos para 2014 (4,1% real sobre 2013) estaría sobredimensionada, en especial en materia de ingresos tributarios y también por cobre. “Esto nos abre el desafío de que la Presidenta Bachelet, al asumir, deberá anunciar una reforma tributaria para obtener los recursos que este gobierno le ha negado”, asevera. 

En la misma línea, una declaración de cinco senadores de oposición señala: “Disponer de flexibilidad presupuestaria para un primer año de gobierno es clave para enfrentar los compromisos programáticos y así responder a las demandas de la ciudadanía. (…) La propuesta presupuestaria del gobierno tiene, por un lado, una sobreestimación de ingresos fiscales a raíz del sesgo optimista con el que se construyó el Presupuesto 2014 (4,9% crecimiento del PIB y de 5,4% de la demanda interna), cuando la mayor parte de los analistas serios estima que el crecimiento del PIB debiera estar entre 3,5% y 4%”. 


Fuente: La Tercera


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