El experto critica que los gobiernos han simplificado la problemática social y la han reducido a “contar” pobres.

A casi cuatro años de que la comisión Trabajo y Equidad entregara su informe al gobierno de Bachelet, el ex presidente del consejo Patricio Meller realiza un balance de los avances. Pese a las menores cifras de pobreza y desigualdad dadas a conocer durante los últimos días, su diagnóstico es crítico.

¿Cómo evalúa la discusión que se ha dado en torno a la Casen?

El debate ha sido fundamentalmente aritmético y el análisis ha sido del tipo “ascensor”: números que suben y bajan. Es mucho más fácil discutir cuántos pobres hay. En ese sentido, el Ministerio de Desarrollo Social se ha transformado en un ministerio contador de pobres. Y esa es una crítica general a los gobiernos.

¿Cuál debería ser el enfoque?

El gobierno debería tener una visión más amplia del problema económico social del país. Esto es muy distinto a lo que ocurría en 1990, cuando el ingreso per cápita era de US$ 5 mil y había un nivel de pobreza cercano al 40%. Ahí sí se justificaba ese foco. Pero hoy estamos con más de US$ 16 mil de ingreso per cápita y un 15% de pobres. Entonces, el foco tiene que centrarse en los problemas económico-sociales globales de la sociedad.

¿Cómo se debe enfrentar el tema de fondo?

El problema de fondo es la igualdad de oportunidades. Hay grupos excluidos, como los jóvenes de entre 14 y 25 años que no estudian ni trabajan, las jóvenes embarazadas de sectores vulnerables, los que desertan de educación superior, la calidad de la educación. Son problemas bastante complejos que requieren soluciones distintas. Tener todo un ministerio sólo para estar contando pobres es un despilfarro. La mejor política social es que todas las personas puedan trabajar.

¿El camino es el empleo?

Igualdad de oportunidades es generar la posibilidad para que distintos tipos de gente puedan competir adecuadamente en la vida, accediendo a un trabajo y con posibilidades de progresar dentro de él. Igualdad de oportunidades a la entrada significa distintas cosas para distintas personas, cuando están en distintas etapas de su vida.
El gobierno sigue focalizándose en los pobres, porque ahí sólo tienen que hacer dos cosas: contarlos y dar bonos. Se están eludiendo los problemas sociales y la reacción que vemos en las calles tiene que ver con eso
¿No basta con la Casen para evaluar la problemática social?

Es que, en vez de estar haciendo Casen todos los años, se necesitan encuestas dirigidas a sectores excluidos, que permitan pensar en políticas específicas de largo plazo. El ministerio debería tener un objetivo de desarrollo social. Hay que hacer reformas estructurales.

¿No debería hacerse la Casen todos los años, como determinó el gobierno?

La Casen debiera hacerse con una periodicidad no inferior a cinco años, porque nada sustantivo puede pasar en un período inferior a ese con problemas de fondo, como la distribución y la pobreza.

A cuatro años de la comisión Meller, ¿cree que sirvió para la política pública?

Planteamos una gama de temas y propuestas, pero me doy cuenta de que es difícil cambiar el disco duro de la sociedad y de las autoridades para pensar distinto frente a problemas sociales. El gobierno sigue focalizándose en los pobres, porque ahí sólo tienen que hacer dos cosas: contarlos y dar bonos. Se están eludiendo los problemas sociales y la reacción que vemos en las calles tiene que ver con eso.

¿Pero cómo se debe resolver el problema de la desigualdad?

El incremento de la competitividad está asociado a la productividad, que, a la vez, determina el nivel de remuneraciones. Las remuneraciones son bajas, porque la productividad es baja. ¿Y cómo aumentas la productividad? A través de la educación y la capacitación. La relevancia de esa discusión y la magnitud de recursos necesaria no son muy distintas a las que se requieren para reformar la educación.

El Ministerio del Trabajo formó una comisión para reformar el sistema de capacitación…

¡Pero si eso ya está escrito! Estos temas nosotros lo diagnosticamos en el consejo Trabajo y Equidad. El problema es que no se han hecho las cosas que propusimos. Otro tema tiene que ver con cómo se reduce la asimetría en el mercado laboral entre empleadores y trabajadores. Eso también tiene que ver con la redistribución y tampoco está en el debate. ¡No sigamos enfrentando los mismos problemas con la mentalidad del siglo XX!

¿Cuán viable es alcanzar el desarrollo?

Para que un país tenga una tasa de crecimiento alta de más largo plazo, debe tener un horizonte y reglas estables a largo plazo. La gran diferencia es que en los países en desarrollo no existe el largo plazo. El largo plazo en Chile es la próxima elección. Para mantener un crecimiento se necesita la percepción de que todos nos estamos beneficiando de él, y eso se produce a través de la redistribución con las políticas sociales.

¿Hoy no es así?

Hoy no existe esa percepción de justicia. Al ritmo que está avanzando el mundo, se nos acabó el tiempo. Los otros ya están corriendo y nosotros ni siquiera nos hemos puesto en la pista de despegue. Está en juego si crecemos al 3% o al 6%, y eso hace la diferencia, porque para resolver los problemas sociales necesitamos recursos.

Fuente: La Tercera


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