Alejandro Foxley fue uno de los entrevistados en La Segunda acerca de lo señalado por el Presidente Piñera: convertir a Chile en un país desarrollado.

Otra vez el Presidente Sebastián Piñera puso la meta de convertir a Chile en un país desarrollado. En 2012 había dicho que lo sería en 2020 y a comienzos de marzo que en 2025. Ahora, en la Cuenta Pública, fue cauto y dijo que buscará «transformar a Chile, antes de que termine la próxima década, en un país desarrollado». 

Todos los gobiernos de los últimos 40 años han tenido su definición de desarrollo planteada y se han puesto esa meta de manera obsesiva. Pero han errado. Y si antes era complejo, ahora lo es más. Pues n o se trata sólo de lograr un PIB per cápita determinado -si en los 90 eran US$20 mil la meta, hoy ya son US$30 mil según el Banco Mundial-, sino que de cumplir un concepto multidimensional. 

«El concepto de «desarrollo» ha cambiado con el tiempo», dice Patricio Bernedo, decano de Historia de la UC. Comenzó a ser utilizado después de la II Guerra Mundial, con la creación de la ONU y la Cepal. Pero ha mutado. Entre los años 50 y 80 se centró en el crecimiento económico. «Se suponía que, en la medida que la economía fuera creciendo, se iba a generar una suerte de distribución automática de la riqueza, lo que no pasó», dice. 

Por eso, en las siguientes decádas, la ONU y el Banco MUndial incluyeron otros elementos a la definición. Primero, la reducción de la pobreza y la desigualdad, para lograr un «desarrollo inclusivo». Luego agregaron otros factores como los niveles de educación y el acceso a salud, mutando a «desarrollo sostenible», el que es definido por la ONU sobre la base de tres pilares: desarrollo económico, social y protección del medio ambiente. l

Equidad, el ítem más adverso

Otro ex ministro de Hacienda, Alejandro Foxley, dice que, además de un crecimiento promedio superior al 5%, se deben considerar otros potenciales motores: «Se debe dar un fuerte impulso a la productividad, estancada en el último decenio, y recuperar la capacidad de construir acuerdos que reduzcan desigualdades»

Es en este último ítem donde los expertos hacen más énfasis: para alcanzar el desarrollo integral, Chile debe reducir la desigualdad. Es más, si se quiere ser el primer país de la región en lograrlo, Uruguay lleva la ventaja, pese a estar un poco debajo en PIB per cápita. (Ver gráfico).académico de King’s College London. 

Desarrollo sostenible según la ONU

Aunque en términos numéricos el desarrollo económico se define como aquellos países que superan las US$30 mil de PIB per cápita, la ONU prefiere un concepto multidimensional denominado desarrollo sostenible, que es aquel país que cumple con las necesidades de sus ciudadano del presente, pero asegurando que las generaciones futuras también puedan resolver sus necesidades. Y tiene pilares que se deben alcanzar de forma balanceada: desarrollo económico, desarrollo social y protección medioambiental. 


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *