En el marco del taller CIEPLAN-CEP sobre el financiamiento de los partidos políticos en Chile, en el que se expusieron los trabajos de Claudio Agostini y Salvador Valdés, el ex Presidente hizo un llamado al financiamiento público de campañas y partidos. Las exposiciones de ambos investigadores también fueron comentadas por Eduardo Engel y Harald Beyer.

La UDI recibe más del doble de dinero para sus campañas que RN, y cuatro veces más que la DC, que son el segundo y tercer partido, respectivamente, que más aportes obtienen en sus cruzadas electorales. Además, en las campañas parlamentarias y presidenciales de 2009 y 2010, la Coalición por el Cambio recibió cuatro veces más aportes que la Concertación. Estos son algunos de los datos que presentó Claudio Agostini, profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, durante el taller y que forman parte de un documento de trabajo titulado “Financiamiento Político en Chile: Campañas de 2009 y 2010”.

“Aunque sea impopular, hay que poner sobre la mesa el financiamiento público de las campañas electorales y de los partidos políticos”. (Ricardo Lagos)El estudio de Agostini, que analiza el financiamiento formal de las campañas electorales de 2009 y 2010, también establece que en las elecciones parlamentarias y las dos presidenciales de esos años (primera y segunda vuelta), los aportes privados representaron 57% del financiamiento total. Le siguen , a mucha distancia, los créditos con instituciones financieras, que representaron 18% del financiamiento total; el financiamiento público, que llegó a 16% y los aportes propios de los candidatos, que sumaron 9%. En otras palabras, el financiamiento privado a las campañas políticas en Chile es 3,5 veces superior al financiamiento fiscal.

Este fue el cuarto y último taller dedicado a discutir los trabajos que CIEPLAN y CEP encargaron a varios expertos de renombre en el marco de su proyecto conjunto sobre Reforma a los Partidos Políticos en Chile (ver los otros talleres al final de esta nota).

Agostini afirmó que las reformas al financiamiento electoral que se comenzaron a implementar a partir de 2003 permiten, por primera vez, que exista información respecto a las donaciones privadas y el gasto de los candidatos y partidos. “Sin embargo, todas estas cifras que tenemos sobre las platas en las campañas son sólo la punta del iceberg”, afirmó Agostini. “Es probable que existan montos importantes de financiamiento que todavía se realizan a través de mecanismos informales”.

Al igual como ocurre en otros países, la importancia de contar con una mayor transparencia se debe a la preocupación de que donantes corporativos busquen “comprar legislación”, afirmó Agostini. En ese sentido, agregó, “el lobby es probablemente una manera más poderosa de influir sobre las políticas públicas, y es un área en el que se estima se gasta hasta 20 veces más plata que en las campañas”.

Por su parte, Salvador Valdés, ex investigador del CEP, presentó un documento de trabajo titulado “Fortalecer el financiamiento ciudadano a la política”, en el que propone el uso de mejores tecnologías y reducir la burocracia para impulsar los aportes pequeños a los partidos y campañas electorales. Además, Valdés sañaló que para evitar que las donaciones voluntarias busquen comprar un favor o evitar un daño, se puede obligar a divulgar la identidad del donante y el monto de la donación. Sin embargo, este tipo de regulación no siempre es efectiva, pues tiende a desalentar más la donación por simpatía política por el temor de ser perjudicados por ciertas acusaciones, afirmó.


“Qué incentivos tiene una empresa para hacer donaciones legales, si la probabilidad que se detecten donaciones ilegales es casi nula”


Eduardo Engel

Al comentar los trabajos expuestos, Eduardo Engel, economista de la Universidad de Yale, dijo que el principal objetivo de legislar en el ámbito del financiamiento electoral debería ser limitar la influencia del lobby. “Actualmente, hay poderosos grupos de interés que bloquean la mayoría de las políticas públicas que necesita el país”, afirmó Engel, dando como ejemplo el lobby de las grandes empresas pesqueras. “Lo que uno quisiera es que haya cada vez menos parlamentarios que deban favores a intereses económicos”, aseguró.

Engel también mencionó un índice elaborado en Estados Unidos que muestra que las 50 empresas de ese país que más gastan en lobby tienen en promedio un retorno de 11% superior al del mercado. “Es una rentabilidad considerable que cualquiera quisiera”, afirmó.

Haciéndose eco de la afirmación de Agostini que el financiamiento que se conoce es sólo la punta del iceberg, Engel se preguntó “qué incentivos tiene una empresa para hacer donaciones legales, si la probabilidad que se detecten donaciones ilegales es casi nula”.

Además de legislar el lobby, Engel realizó una serie de propuestas en torno al financiamiento político, entre éstas: transparentar las donaciones, que sólo personas naturales puedan donar y no empresas, reformar el Servicio Electoral (Servel) porque no es capaz de cumplir con las tareas básicas en este ámbito y condicionar el financiamiento estatal de los partidos a una mayor transparencia de estas organizaciones.

Ricardo Lagos: el color político del dinero

En su intervención, el ex Presidente coincidió con el diagnóstico de Engel y dijo que la pregunta clave es cómo limitar la influencia que ejercen poderosos grupos de interés. Para el ex Presidente Lagos el problema no es sólo la influencia que el dinero de los grupos de interés tiene sobre la política en general, sino que también sobre qué ideas se presentan a la sociedad. “Para asegurar la igualdad de oportunidades de las ideas hay que limitar la influencia del dinero en la política”, sostuvo Lagos.

Recogiendo los datos mostrados por Claudio Agostini, que mostraban que la Coalición por el Cambio recibió cuatro veces más aportes a sus campañas, Lagos afirmó que “el color del dinero en Chile está claro, por eso mismo hay que preservar por ejemplo la franja de televisión, porque es el mecanismo que da más igualdad a las campañas”.

Ricardo Lagos aseguró que el financiamiento público también desempeña un papel importante para igualar las oportunidades políticas y reducir la influencia de intereses privados. “Aunque sea impopular, hay que poner sobre la mesa el financiamiento público de las campañas electorales y de los partidos políticos”, dijo.

Harald Beyer: igualar las donaciones

El subdirector del CEP, Harald Beyer, también comentó los trabajos de Agostini y Valdés, insistiendo, al igual que los otros comentaristas, en que “el gran área que falta indagar en el tema del financiamiento de la política es el lobby”.

Además, Beyer propuso igualar tributariamente las donaciones a las campañas, para que sean sólo las empresas que se beneficien. “Es más, si las empresas pueden donar a campañas y recibir excenciones tributarias, ¿entonces por qué no se puede hacer lo mismo con personas naturales, con los sindicatos, con ONGs?”, se preguntó el investigador.

Fuente: Cieplan

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