El ex director de Presupuestos de la Concertación se integró a la Mesa de Trabajo por el Desarrollo convocada por Piñera.

José Pablo Arellano (66) conoce bien el funcionamiento de la economía del país. Por siete años (1990-1996) fue director de Presupuestos y, luego de su paso como ministro de Educación (1996-2000), fue designado al mando de Codelco en 2006. 

Desde 2010 ha estado dedicado al mundo privado y al centro de estudios Cieplan. Sin embargo, ahora retoma su rol público, al integrarse a la Mesa de Trabajo por el Desarrollo creada por el Presidente Sebastián Piñera. 

La comisión tiene una tarea amplia: entregar propuestas sobre cómo recuperar la inversión, mejorar la productividad y generar empleo. “Espero que logremos enriquecer la agenda de políticas públicas con temas prioritarios que están ausentes” , dice Arellano, quien prefiere no profundizar en las prioridades de esta mesa, porque primero quiere plantearlas allí. 

Aunque hace un adelanto. Hay dos áreas que para él no pueden eludirse: la modernización del Estado y los beneficios y riesgos de la ola de cambios tecnológicos. “En la modernización del Estado sólo he escuchado referencias, pero no veo una agenda que la asuma. Y los cambios tecnológicos están sucediendo a gran velocidad, generando problemas como empleos que quedan obsoletos. Esto debiera estar muy arriba en la agenda”, agrega. 

—El anuncio que realizó el Gobierno esta semana, de un paquete de 12 iniciativas pro inversión, está en el camino correcto. Esas iniciativas buscan agilizar los proyectos, haciéndolos viables y reduciendo costos innecesarios. Este tipo de medidas deben ser previas a analizar incentivos tributarios que son costosos, en especial con la situación fiscal actual.

—¿Dónde más se deben aplicar estas medidas?

—En inversiones en minería, por ejemplo. No puede ser que en Chile tomemos más tiempo para autorizar los proyectos que Canadá o Australia, donde hay exigencias de sustentabilidad iguales o superiores a las nuestras. Manteniendo los objetivos ambientales y de sustentabilidad, es posible y necesario hacer las cosas en plazos mucho más breves. 

—¿Qué les falta a las 12 iniciativas pro inversión del Gobierno? Hay empresarios que dicen que se necesita una oficina también para los proyectos más pequeños.

—Muchas medidas para agilizar la inversión son más importantes para las empresas pequeñas que para las grandes. Para un pequeño empresario una pérdida de días de trabajo por un trámite, que se podría hacer en horas o minutos, es tremendamente perjudicial. Hay varias exigencias que no agregan valor y deben ser modernizadas. Son burocracia y costos innecesarios para las empresas. 

—¿Dónde se evidencia esa burocracia?

—Por ejemplo, todo el sistema registral de notarías y conservadores no guarda relación con la actual disponibilidad de herramientas digitales. ¡Hasta cuándo postergamos esas reformas! Las empresas pequeñas son las que más sufren el peso de los trámites. Sacar una patente o permiso puede hacer inviable un proyecto o una empresa. 

“No a reducir carga tributaria”

—Usted hablaba de incentivos tributarios costosos. El ministro de Hacienda ha anunciado una nueva reforma tributaria que incluya una rebaja a la tasa corporativa, porque dice que atraería inversión. ¿Es necesaria?

—En materia tributaria es necesario simplificar el sistema. Sin embargo, estimo que no hay espacio para reducir la carga tributaria. Más aún cuando hay temas importantes que generarán demandas significativas de recursos públicos y que no están en las proyecciones fiscales, como las pensiones. 

—Hacienda debe presentar su plan fiscal este mes. ¿Qué debería incluir?

—Debe partir por que haya mayor conciencia de la situación fiscal. Este año será el sexto con déficit. Las proyecciones oficiales indican que en 2021 vamos a completar nueve años con déficit, lo que lleva a más deuda. El gasto en intereses en cuatro años subió más de 50%, llegando a US$ 2.200 millones en 2017. Y esto continuará si no se corrige la trayectoria. Ahora, la situación macroeconómica del país es sana y estamos a tiempo para tomar medidas y evitar que el endeudamiento siga escalando. Si no lo hacemos, seremos más vulnerables a una crisis económica internacional. Afortunadamente en el país nadie está por posturas populistas. No hay legitimidad para plantear la irresponsabilidad fiscal. 

—¿Qué se necesita para recuperar el rumbo fiscal?

—En la medida en que la economía crezca sobre 3% o la estimación del precio del cobre suba hay que acelerar la reducción del déficit Pero es necesario poner al día la reducción del déficit. Pero es necesario poner al día la metodología del balance estructural, para fortalecer el rol de esta herramienta en la conducción de la política fiscal. 

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