Jeffrey M. Puryear es actualmente Senior Fellow en Inter-American Dialogue en Washington D.C., ex co-director de Partnership for Educational Revitalization in the Americas (PREAL) y ex representante de la Fundación Ford en América del Sur.

Puryear entregó un valioso apoyo a CIEPLAN durante los difíciles años de la dictadura de Augusto Pinochet y posteriormente durante la transición a la democracia.

Este jueves visitó la sede del centro de estudios para compartir con todo el equipo y recibir el agradecimiento de sus miembros por su importante colaboración con el desarrollo institucional y la historia de nuestro país.

El investigador ha tenido una destacada carrera en temas relacionados con políticas públicas, desarrollo y educación en América Latina.

Es autor de varios libros y publicaciones y ha gozado del reconocimiento proveniente de esferas tan variadas como el el mundo político, académico, empresarial y la sociedad civil.

«Queríamos que el capital humano se quedara acá»

Durante el encuentro Puryear dijo que en los años de dictadura uno de los objetivos de la Fundación Ford era mantener en el país a investigadores que de otra manera habrían tenido que migrar. 

«Sabíamos que esa gente era valiosa porque sería muy importante para cuando vinieran mejores tiempos. Queríamos que ese capital humano se quedara acá. Y así fue. Muchos jugaron un rol fundamental en el regreso a la democracia y hoy en día siguen siendo actores relevantes».

Otra lección que le dejó su trabajo en Latinoamérica, dijo Puryear, fue aprender que el juego de la política -y la política pública en particular- es un juego de posicionamiento. 

«Es como en el ajedrez. Tú no sabes cuándo vas a poder hacer el check mate, pero se juega para posicionarse. Para que cuando se abra el cielo, estés ahí y puedas hacer lo que hay que hacer».

También comentó que otra de las lecciones que ha aprendido durante su carrera es que los centros de estudio deben mantener su autonomía respecto a la política partidista. 

«Los think tank deben seguir las reglas de la ciencia, las reglas intelectuales. Tienen que hacer buen análisis, producir recomendaciones de política pública basadas en el mejor análisis empírico y luego tratar de hacerlo llegar a los políticos, que tienen otras preocupaciones».

En la ocasión Puryear recordó una cena en la casa de Alejandro Foxley la noche previa a que Patricio Aylwin asumiera el poder, y mencionó una frase que esa noche dijo Fernando Henrique Cardoso a los miembros de CIEPLAN y otros intelectuales presentes.

«A ustedes les ha ido muy bien sirviendo a Dios. Ahora vamos a ver cómo les va sirviendo al rey», dijo entre risas.

El presidente de CIEPLAN, Alejandro Foxley, le regaló el último libro publicado por el centro de estudios y le expresó palabras de profundo agradecimiento.

«Tu constante apoyo fue decisivo no solo para CIEPLAN, sino también para toda una generación de cientistas sociales y economistas que han contribuido decisivamente al buen país y la democracia que tenemos en Chile hoy», dijo Foxley.

«El mejor testimonio de la huella que dejaste es que todavía andamos dando vueltas, un poco más viejos, pero la semilla la pusieron entre otros, ustedes».

Fuente: CIEPLAN

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