Investigación describe distintas prácticas que realizan los partidos políticos de ambos países para intentar capturar votantes, utilizando recursos públicos o privados. Estudio fue abordado con nueva metodología que recoge información desde los destinatarios del clientelismo.

La destacada académica de la Universidad de Columbia, María Victoria Murillo, encabezó la mesa redonda sobre clientelismo político, que se realizó este viernes 30 de marzo en CIEPLAN. 

En la ocasión, Murillo expuso los principales resultados de una investigación sobre la materia, realizada en conjunto con Ernesto Calvo, de la Universidad de Maryland. El trabajo profundizó en el análisis de la relación entre votantes y partidos políticos, a la vez, que establece las diferencias entre las colectividades con prácticas clientelistas y programáticas.

Según los autores del estudio, los datos recogidos a través de encuestas y entrevistas a dirigentes partidarios en Argentina y Chile, demostraron la existencia de diversos mecanismos de acceso a beneficios. Estos lazos fueron estudiados para establecer los efectos que tiene en la conducta electoral, en las campañas políticas, además de establecer una caracterización por país. 

Murillo hace la distinción entre los partidos con prácticas clientelistas, de acuerdo al tipo de bienes públicos o privados que entregan a los votantes. Asimismo, se establece que es determinante para la aparición de estas actividades el cómo funcionan las instituciones de cada país. Por ejemplo, señala la investigadora, el acceso a seguros de desempleo puede ser mediado por operadores partidarios en un país y por agencias burocráticas en otro. 

En la nación trasandina se tiende a realizar en mayor medida con fondos públicos, mientras que en Chile las prácticas clientelares suelen realizarse con fondos privados.

La autora dio a conocer interesantes datos arrojados por su indagatoria respecto del clientelismo en los dos países. Al respecto, señala la existencia de prácticas más extendidas en Argentina. Así, en la nación trasandina se tiende a realizar en mayor medida con fondos públicos, mientras que en Chile las prácticas clientelares suelen realizarse con fondos privados. Por otro lado, la capacidad que tienen los partidos políticos para manejar la economía sería el principal predictor del voto en estos dos países. Finalmente, se señala que el rol de los activistas partidarios sería fundamental para llevar a cabo prácticas clientelares. Esto principalmente en Argentina, donde los activistas juegan un rol principal en el fortalecimiento y mantenimiento de los vínculos entre los votantes y los partidos. 

Tras la presentación de Murillo, Emmanuelle Barozet, profesora asociada del Departamento de Sociología de la Universidad de Chile, indicó que en el mundo académico se percibe que en Chile las prácticas clientelares son bastante reducidas, a diferencia de lo que ocurre en Argentina. Señala que es pertinente ir derrumbando esa suposición y que investigaciones como la de Murillo y Calvo son fundamentales en ese sentido. 

Por su parte, el investigador senior de CIEPLAN, Francisco Díaz, sostuvo que debe buscarse una mayor precisión a la hora de definir los beneficios que se entrega a los “clientes”. Se podría distinguir, a su juicio, una suerte de “clientelismo bueno” y “clientelismo malo” o ilegal. Señaló, por ejemplo, que el trabajo de Murillo coloca en una misma categoría a algunos de los pequeños regalos que entrega el político (a juicio de Díaz, eso no es más que campaña de marketing, que puede ser burda, pero no es más que eso) y el hecho de conseguir algún tipo de beneficios sociales con fondos públicos.

Fuente: CIEPLAN


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