Ex canciller destaca la relación económico-comercial que han desarrollado Chile y Perú.Cómo se avance después del fallo, depende de la actitud de cada país. “Chile está jugado por ser un país desarrollado”, asevera.

El ex canciller y economista de Cieplan, Alejandro Foxley asegura en entrevista con DF, que Chile debe estar tranquilo porque tiene todos los elementos para ganar el juicio ante La Haya, a raíz de la demanda marítima presentada por Lima. No obstante, asegura que los dos países tienen un “excelente” nivel de inversiones comerciales que -sumadas a la de las Alianza del Pacífico- debieran seguir adelante sea cual sea la decisión de la Corte. En ese sentido, dice, ambos países “debe estar tranquilos”.

– Un fallo adverso, especialmente para Perú ¿Podría perjudicar las inversiones entre ambos países?


– No cabe duda que en América Latina estamos encabezando, por primera vez, una integración de verdad. Es decir, una integración productiva, una integración en la cual las empresas, sean públicas o privadas, están jugando un rol central. Y así como hay mucha inversión chilena en Perú -US$ 12 mil millones- está habiendo mucha inversión de empresas peruanas en Chile -cerca de US$ 7 mil millones-. Por lo tanto, yo creo que de aquí al fallo -que estamos seguros que va a respaldar la posición chilena- lo que hay que mirar es la continuidad de esa integración. Continuidad y profundidad.

– ¿La Alianza del Pacífico va en esa línea?


– Va en esa línea y creo que es una muy buena iniciativa que la iniciamos durante el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet cuando se llamaba Arco del Pacífico. Eso ha continuado con este gobierno. Si no somos capaces de ver esto, quiere decir que tenemos una miopía política e intelectual. Esperamos que esta iniciativa siga adelante.

– ¿Cree que la opinión pública peruana se puede poner más reticente a esta unidad comercial tras un fallo adverso para ellos?


– Va a depender bastante de que lo que ocurra con la opinión pública y sobre todo con las autoridades en Perú. Nosotros estamos jugados para un futuro promisorio porque estamos mirando casi la segunda mitad del Siglo XXI, el destino de un país como Chile, de un país desarrollado.

– Si cambian el tono ¿Cree que esto también afectaría a los otros países que están en la Alianza del Pacífico?


– No me voy a poner en ninguna situación hipotética. Cualquiera que revise con sentido común los argumentos y lo que ha ocurrido durante estos últimos 60 años en materia de dónde y cómo se definen los límites en el Pacífico es en el paralelo. No hay otra interpretación y por lo tanto, no me voy a poner en otro escenario.
Lo único que cabe es que cuando venga el fallo, es respetarlo y respetar a las autoridades del gobierno que han estado defendiendo los intereses de Chile.
– ¿Usted respalda la continuidad que le ha dado al caso la administración de Sebastián Piñera?


– En la experiencia que hemos tenido en el pasado y que está ocurriendo ahora es que Chile tiene un equipo de muy alta calidad profesional, juristas que en cualquier lugar del mundo serían de primera. Ellos han trabajado con un tremendo sentido de equipo y han puesto el interés del país por sobre otras cosas. Estamos muy orgullosos de lo que están haciendo y con la defensa que harán hoy y mañana.

– Si por el contrario, el fallo de La Haya sirve para poner punto final a los problemas con Perú, ¿Cree que la inversión podría acelerarse aún más?


– No ha habido problemas hasta ahora y no lo veo porque lo habría a futuro. Y si no los ha habido hasta ahora es porque hemos tenido esa tranquilidad en materia de límites y no he escuchado a ninguna contraparte en Perú que hubiese estado cuestionando el límite marítimo y ellos han estado invirtiendo en Chile y las empresas chilenas están muy tranquilas invirtiendo en Perú, porque nunca sintieron que ese era un tema que estaba pendiente. El sentido común está instalado en los dos países y estoy seguro de que va a prevalecer.

– Pero existe la convicción que los peruanos y principalmente, los medios de comunicación son más nacionalistas que los chilenos. ¿Ese nacionalismo llega hasta los empresarios peruanos?


– Creo que la capacidad de un país de convertirse en un país desarrollado y respetado internacionalmente en el Siglo XXI, es un país que es capaz de construir un futuro con audacia, con serenidad y con imaginación. Y el futuro para los países de la Costa del Pacífico y de Sudamérica está en mirar el Asia Pacífico y en mirar juntos y los que sean capaces de entender eso van a ser los grandes líderes del futuro y los que van a cambiar la historia de estos países.

– Dado que el fallo se va a dar a conocer a mediados del próximo año, ¿cómo va a afectar esto la campaña presidencial? Por ejemplo, la popularidad del presidente de Colombia cayó tras el reciente fallo de la Corte Internacional…

– Cuando digo que aquí hay que tener intacto el sentido de nación y el sentido de respeto por lo que a cada uno le ha tocado hacer en este proceso, lo único que cabe es que cuando venga el fallo, es respetarlo y respetar a las autoridades del gobierno que han estado defendiendo los intereses de Chile. Cualquier otra cosa sería una pequeñez política y creo que este país ya aprendió del pasado. No estamos para pequeñeces. Y no vamos a caer en la tentación y no creo que nadie caiga en la tentación de apuntar con el dedo a nadie.

– ¿Le molestó cuándo el presidente Sebastián Piñera habló de los errores del pasado aludiendo a los gobiernos de la Concertación?


– No voy a comentar eso. Queremos apelar a lo positivo. Tenemos mucho respeto por lo que han hecho diplomáticos en varias décadas en Chile para sostener, respaldar y desarrollar una posición en materia de límites que está respaldada por tratados.

– ¿Qué le pareció cuando los agentes peruanos citaron el acuerdo Báculo y el año 1986 con el canciller del Valle como hitos en que, según ellos, Santiago daba pie para iniciar conversaciones sobre nuevos límites?


-Eso será contestado hoy y con mucha claridad y creo que de manera muy de fondo por parte de quienes nos están defendiendo en La Haya.

Fuente: Diario Financiero