El ex ministro de Hacienda criticó el trato que se ha dado a los llamados «tecnócratas» y planteó que el rigor técnico ha sido desvalorizado.

Alejandro Foxley se robó la película en el lanzamiento del libro “25 años de autonomía del Banco Central de Chile”, editado por el gerente de la División Estudios, Alberto Naudon, y el gerente de Comunicaciones, Luis Álvarez. Era el invitado a comentar el libro… y así lo hizo, pero fueron sus reflexiones en torno a lo que hemos hecho como país lo que se llevó los aplausos de quienes lo escucharon.

Porque Foxley, ex ministro de Hacienda de Patricio Aylwin, fue duro en su análisis. Partió destacando que la autonomía del Banco Central, fue uno de los primeros ejemplos de que el gobierno del Presidente Aylwin y los que vinieron después de la Concertación, “se tomaban muy en serio la idea fundamental que en los temas principales que afectaban al país, había que construir acuerdos y consensos, nadie tenía toda la verdad y había que buscar un camino común en los temas que definían la línea básica del desarrollo del país”.

Señaló que el Banco Central y su autonomía, es una lección para la gestión general de Estado. “Cada vez es más urgente poner un énfasis mayor en la calidad de las instituciones políticas, del Estado. Cada vez más hay una demanda por instituciones predecibles en su comportamiento, confiables que no van a tener comportamientos inesperados, que puedan generan incertidumbre e inestabilidad”.

El ex jefe de Teatinos 120 aprovechó la tribuna para criticar la falta de capacidad para corregir problemas mal resueltos que han generado un desprestigio de las instituciones, como por ejemplo, el financiamiento de la política.

“El costo de eso es que alguna gente que está en política hizo un mal uso de esos recursos y otros usaron un mecanismo que en ese tiempo no estaba bien legislado, pero hoy todos los que directa e indirectamente tuvieron algún aporte de empresas aparecen cuestionados y eso daña una institución fundamental del país. Esta es una democracia y el Congreso juega un rol fundamental para dialogar, para construir acuerdos y soluciones”, sentenció.

Evitar desvalorizar a los tecnócratas

Alejandro Foxley también hizo un balance muy crítico respecto al trato que se ha dado a quienes se denomina “tecnócratas”. Al respecto indicó que la transparencia, el rigor técnico, están siendo desvalorizados. “Hay un intento por desvalorizar a aquellos que nos indican cómo evitar errores, como hacer las cosas bien, como producir buenos resultados”.

Asimismo, hizo un fuerte llamado a evitar el riesgo a la autocomplacencia, de pensar que si lo hemos hecho tan bien durante tanto tiempo para qué cambiar.

El economista fue más allá y señaló que el problema de la autocomplacencia es que el país está en una etapa mucho más compleja que en cualquier momento de los 25 años anteriores. “Yo tengo la impresión que el país debiera entrar a una segunda transición fundamental. De una economía de ingreso medio hacia una economía avanzada y a una democracia madura. La experiencia de las economías de ingresos medios en América latina no es positiva, hay países que lo hacían bien en algún momento, pero cuando llegaron a los US$ 20 mil per cápita no ha logrado ninguna pasar el umbral para convertirse en una economía avanzada”.

Foxley se explayó al respecto y advirtió que para pasar el umbral al desarrollo hay que hacer un esfuerzo mayor. “Debemos fortalecer las instituciones, tener más diálogo, capacidad de acuerdo, mirar al que piensa distinto con respeto y escucharlo con paciencia y decir cuáles son los tres o cuatro grandes temas que tenemos que solucionar bien y rápido, para que podamos mirar a nuestros hijos, nietos y decirles, nos demoramos mucho, pero aquí tienen un buen país una mejor democracia”, concluyó.

Fuente: T13


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