El ex canciller sostiene que la demanda marítima de Perú ante La Haya fue una sorpresa para el gobierno chileno ya que existía la intención de desarrollar una agenda de desarrollo conjunto.

Cauto a la hora de rememorar, el ex senador Alejandro Foxley estuvo al frente de la Cancillería durante la mayor parte de la era Bachelet… incluido ese 16 de enero de 2008 cuando Perú finalmente materializó su demanda. Hoy se muestra escueto al referirse a los vaivenes en la relación bilateral que debió vivir y sufrir durante su período, en una etapa que había comenzado bien, cuando un Alan García recién electo visitó en 2006 La Moneda para reunirse con la Mandataria chilena.

En la reunión allí sostenida fue cuando el líder peruano “señaló que él iba a «engavetar» el tema del límite marítimo y que nos concentraríamos en una agenda positiva. Así lo dijo el ex Presidente García, muy claro”.

—Muchos han señalado que, a principios del año siguiente, la ley Arica-Parinacota, que fijaba los límites de esa región y provocó la molestia peruana marcó el punto de quiebre. ¿Fue así? ¿Es efectivo que el canciller García Belaúnde le anunció en 2007, con meses de anticipación, que habría demanda?

—Tanto el canciller como el Presidente de Perú nos avisaron cuando ya habían tomado la decisión de presentar la demanda en La Haya. No hubo tiempo antes de ese anuncio para conversar esa decisión. En consecuencia, no es efectivo que se nos notificó varios meses antes.

—¿Cuáles fueron los momentos de mayor tensión en su período?
La impresión que tenemos es que la Cancillería peruana tenía preparada la demanda desde el gobierno anterior y que el ex Presidente García en un inicio decidió postergar el tema.

El primero es la presentación de la demanda en La Haya. El segundo fue con las declaraciones del entonces comandante en Jefe del Ejército de Perú, Edwin Donayre, quien dijo, entre otras cosas, que “chileno que entra ya no sale y si sale, saldrá en cajón. Si no hay suficientes cajones, saldrán en bolsas de plástico”. Ambas situaciones cambiaron el clima de buena relación que habíamos intentando construir desde el primer día del gobierno de la ex Presidenta Bachelet.

—¿Cuál es su evaluación hoy? ¿Perú construyó pacientemente un caso, o lo determinante fueron ciertas circunstancias?

—La impresión que tenemos es que la Cancillería peruana tenía preparada la demanda desde el gobierno anterior y que el ex Presidente García en un inicio decidió postergar el tema.

—¿Cuál es su expectativa de lo que pase post-La Haya? ¿Debiera marcar el fin de los “temas del pasado” con Perú o Ud. se ubica dentro de los escépticos, que creen que siempre habrá interesados en generar un conflicto…?

—Desde el inicio del gobierno de la Presidenta Bachelet insistí ante los representantes del gobierno de Perú en que nosotros queríamos mirar al siglo XXI construyendo una agenda de colaboración. Si esto va a ocurrir tras el juicio en La Haya deben contestarlo los peruanos.

Fuente: La Segunda


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