Programa de gobierno de la candidata Michelle Bachelet plantea ese compromiso fiscal.

Alejandro Fernández, gerente de Estudios de Gemines Consultores, valoró la propuesta. “Siempre es positivo establecer un plazo concreto y específico para cumplir la regla”. En ese contexto, indicó que si bien el actual gobierno hizo un esfuerzo importante al pasar de un déficit de 3% a 1% del PIB, se debe considerar el ciclo económico que habrá en los próximos años.

“Considerando que se está partiendo de un déficit estructural de 1%, se podría establecer una meta más ambiciosa para llegar más rápido al balance, pero parece razonable el planteamiento de acercarse gradualmente al equilibrio”, aseveró.

Argumentó que “las posibilidades de crecimiento para la economía en los próximos años no son demasiado auspiciosas, ya que hoy tenemos un escenario de pleno empleo con ocupación total de los recursos disponibles y, además, no ha habido grandes aumentos de productividad, por lo que la actividad no estará dinámica en 2014, por ello, no me parece adecuado quitarle el impulso fiscal a la economía demasiado rápido”. Puntualizó que “siempre se pueden plantear metas más ambiciosas, pero desde el punto de vista de la fortaleza de la economía chilena, no es gran diferencia hacerlo en dos o cuatro años”.

“Hay que ver cuál es la calidad del gasto”

Para Cecilia Cifuentes, economista de Libertad y Desarrollo (LyD) es un “objetivo deseable recuperar el balance estructural” y por ello valoró la propuesta.

“Cuatro años es un período razonable, porque se debe considerar que para los próximos años el aporte de la minería no será el mismo de años anteriores, por lo tanto, recuperar el balance en un período más corto sería (tener un presupuesto) restrictivo”, aseguró. Además, Cifuentes comentó que “tampoco estamos hablando de que Chile sea un país que tenga las finanzas públicas delicadas y un período de cuatro años no parece ser un período imprudente”. De todas formas, la economista hizo hincapié en la calidad del gasto publico.

Para Cifuentes, la discusión que se debe hacer detrás del déficit o balance estructural es si el mayor gasto público está destinado a un proyecto socialmente rentable o no. “En el caso específico de este programa (Bachelet), uno debiera plantearse cuál es la calidad del gasto y en ese sentido, la gratuidad en la educación no es un gasto sociablemente rentable, porque no apunta a generar mayor productividad a la economía a futuro, ya que las personas de mayores ingresos se iban a educar de todas formas”.

“Es coherente con lo que se plantea en su programa de gobierno”, aseguró el economista de Rojas y Asociados, Patricio Rojas, quien añadió que la meta de llegar al balance estructural en cuatro años se relaciona con la entrada en régimen de la reforma tributaria que dicha candidatura quiere implementar.

“El programa de Michelle Bachelet tiene una agenda social en materia como educación, salud, pensiones entre otras, que involucran una cantidad importante de recursos. Para ello han planteado una reforma tributaria para recaudar 3 puntos del PIB, donde parte de esos recursos se destinarán para lograr el balance estructural, por lo tanto, la propuesta va orientada en esa dirección”, afirmó Rojas. De lo contrario, dijo que si se decide avanzar “más rápido hacia un balance, le quita espacio para el financimaiento de los gastos asociados al programa que tienen pensado implementar”. Con todo, aseguró que “sería poco coherente que estén planteando una reforma tributaria para que entre en régimen en cuatro años y que a la vez digan que llegarán a un balance en dos años, eso sería poco coherente, ya que significaría que en los cambios en las políticas de salud o educación tendrían que retrasarse”.

“Es una meta viable por escenario macro”

“Me parece una meta razonable, considerando las holguras fiscales calculadas por el Ministerio de Hacienda para los próximos años”, así reaccionó el economista de Cieplan, Jorge Rodríguez, a la propuesta presentada por Michelle Bachelet de converger a un balance en 2018. Añadió que la meta se relaciona también con “el escenario macroeconómico proyectado y de los gastos ya comprometidos, los que no parecen dejar espacio para converger de manera más rápida a un balance”, dijo.

Rodríguez afirmó que “para converger más rápido al balance, tendríamos que tener un precio del cobre de largo plazo mayor a los US$3,04 estimados hoy, situación que Chile no puede controlar; o bien aumentar el crecimiento potencial por sobre el 4,8%, lo que es primordial y sobre lo que sí pueden influir las políticas públicas, pero con rezago”. Otra posibilidad sería “racionalizar gastos ya comprometidos, con el desafío de economía política que ello implica. Y lo cuarto, buscar nuevas fuentes de ingresos permanentes, como podría serlo una reforma tributaria”. 

Con todo, aseveró que “existen las condiciones en la medida que se haga un esfuerzo por racionalizar gastos ya comprometidos y por generar nuevas fuentes de ingresos fiscales permanentes”.

Fuente: La Tercera

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