Manuel Marfán, director ejecutivo del PROGRAMA CIEPLAN-UTALCA y Sergio Fausto, destacado politólogo brasileño expusieron en una charla en la casa de estudios.

La contracción del PIB a un 8%, sumado a tasas de desempleo muy altas y un escenario amenazante de corrupción han conducido al gigante sudamericano a enfrentar un complejo escenario político y económico. Precisamente, esto fue materia de análisis en dos ponencias realizadas en el auditorio de la Facultad de Economía y Negocios (FEN), encabezadas por el consejero académico del centro de estudios Cadal, Sergio Fausto y el ex ministro de Hacienda, Manuel Marfán y con la participación del Prorrector de nuestra Casa de Estudios, Pablo Villalobos y el decano de la Facultad, Arcadio Cerda.

El país brasileño se encuentra bajo la atenta mirada de sus vecinos de América del Sur, quienes están expectantes de saber cómo sorteará la recesión económica que provocó un desplome en las exportaciones y a al mismo tiempo, un evidente descontrol de la inflación. Todo esto, a juicio de Fausto, aconteció en un clima de inestabilidad y baja aprobación política hacia la ex Presidenta Dilma Rousseff.

“El problema fiscal es la causa principal de incertidumbre, esto mismo ha obstaculizado que se tomen decisiones de inversión que sirvan para repuntar la economía”. Agregó que “se rompieron las confianzas en el país y esto produjo un alza en la tasa de interés y una explosión de la deuda pública, lo que además provocó cuestionamientos a Brasil de si sería capaz o no de pagar sus deudas”.

Desafíos

La visión de Fausto no es del todo desfavorable y señaló que pese a lo adverso que se ha tornado la situación socioeconómica, “las instituciones brasileñas siguen funcionado, poder judicial, congreso, ejecutivo (…). Una cierta normalidad en la vida democrática de Brasil sigue vigente y eso es una señal muy positiva”.

Además el gobierno que relevó al anterior mandato liderado por Rousseff, convocó a un equipo económico que posee credibilidad, el cual demostró una capacidad de respuesta ante la crisis “en términos de presentación de medidas y capacidad de aprobarlas en el congreso”, declaró.

Destacó que durante este último periodo, las expectativas económicas han mejorado significativamente, aunque queda trabajo por hacer. “El gobierno tiene por delante una agenda ardua y compleja, con una situación económica mala y una investigación a cuestas sobre casos de corrupción que están pendientes”.

Con el objetivo de sortear esta crisis, Fausto mencionó que los principales retos se traducen en concretar mejoras en ámbitos de producción, consumo y empleo. Para él resulta conveniente apelar a una reforma de previsión social porque “este es el nudo del programa fiscal brasilero, pero hay mucha incertidumbre en las decisiones de inversión y esto afecta el repunte de la economía”.

Impacto en Chile

Al ser consultado por las repercusiones que esto traería en nuestro país, Fausto resaltó que estamos en una posición de ventaja. “Chile no está integrado del todo con Brasil, más bien tiene relación directa con otros país y regiones del mundo. En este sentido, los efectos de las fluctuaciones económicas provienen de un momento complicado, marcado por la desaceleración internacional que trajo consigo bajo crecimiento y mucha incertidumbre”.

En tanto, el decano Arcadio Cerda mencionó que los efectos en la fluctuación de la economía brasileña podrían incidir en la demanda por algunos productos de nuestro país. “Sin duda hay un impacto del sector exportador, pero no me cabe duda que los empresarios buscarán nuevos mercados para poder reemplazar esta demanda en caso de que sufra una reducción importante”.

Fuente: UTalca

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