En un escenario de incertidumbres surgen también desafíos, plantea el investigador Raúl Eduardo Sáez.

Dos de las economías más poderosas del mundo entraron en conflicto. Se trata de una «guerra comercial» entre Estados Unidos y China donde Donald Trump ha sido el artífice de las polémicas medidas que tienen al resto del mundo en vilo, como establecer aranceles a las importaciones del gigante oriental y restringir sus inversiones en Estados Unidos. 

Y las consecuencias de esta «guerra comercial» surgieron de inmediato. Los mercados globales reaccionaron a la incertidumbre y hubo una caída generalizada de las bolsas: el índice MSCI, que mide acciones de compañías de todo el mundo, cayó 1,39% (su mayor caída desde marzo); el Dow Jones descendió 1,33%, Nasdaq 2% y en Chile, el IPSA bajó 1,67% alcanzando su menor valor en todo el año.

«Esta misma incertidumbre es la que genera un desafío para América Latina cuyas exportaciones al mercado estadounidense representan el 46% del total y dicho país es la primera fuente de inversión extranjera directa», señala Raúl Eduardo Sáez, investigador CIEPLAN, en «Desafíos y oportunidades de Chile y América Latina en el mundo de Trump» (2017)

La línea de tiempo de la «guerra comercial»

Para el investigador, esto era algo que desde siempre se vio venir. En su candidatura, Donald Trump prometió siete medidas si llegaba a la Casa Blanca, entre las que ya se han concretado, por ejemplo, la salida de Estados Unidos del TPP y la renegociación de los acuerdos de NAFTA.


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