En artículo de La Tercera, Jorge Rodríguez (Cieplan) afirma que no se está convergiendo hacia un balance estructural.

La Dirección de Presupuestos entregó el lunes la actualización de las principales variables macroeconómicas y la ejecución presupuestaria. Si bien en líneas generales los expertos concuerdan con la actualización de las cifras, hay un punto donde existe discrepancia: lograr el balance estructural fiscal de 0%, o bien lograr un déficit de 1 % al 2014, tal como es la meta del gobierno.

El economista de Cieplan, Jorge Rodríguez, sostuvo que «no estamos convergiendo a un balance estructural. Nosotros veníamos de un superávit estructural que se rompió luego de la crisis económica de 2009. En 2011 tuvimos 1,1 % y para este año están proyectando 1,1%, lo que significa que no hay esfuerzo para ir acercándose a cero para 2014, ya que el gobierno ha dicho que para 2014 tendrá un déficit estructural del 1% del PIB. Es decir, mejorará solo una décima del PIB en un plazo de 3 años».

La regla de balance estructural se creó en 2001. Consiste en estimar los ingresos fiscales que se obtendrían de manera aislada del ciclo económico y, consecuentemente, autorizar un gasto público coherente con dichos ingresos.

En la práctica, esto se traduce en ahorros en tiempos de bonanza cuando se reciben ingresos que se sabe son solo transitorios, justamente para poder gastarlos cuando se enfrentan coyunturas que hacen caer los ingresos o aumentan las necesidades de gasto.

El académico de la Universidad Católica, Juan Eduardo Coeymans, explicó que «la importancia de tener un balance estructural es mantener una menor deuda y menores costos financieros, manteniendo los equilibrios fiscales».

Rodrigo Aravena, economista jefe de Banchile, puntualizó que «con este nivel de intercambio y crecimiento económico no debiera seguir teniendo un déficit estructural… Creo que hay espacio para que el gobierno sea más ambicioso y logre un ajuste más fuerte en balanza estructural».

Aravena añadió que «los costos que debería afrontar la economía, si quisiera llevar a un balance estructural se debería desacelerar el crecimiento del gasto público en un nivel menor del 6,4% estimado para 2012. Esto considerando el dinamismo que mantiene la economía».

La investigadora de Libertad y Desarrollo, Cecilia Cifuentes, apuntó que «cuando partió el gobierno, nosotros planteamos que se debía llegar a cero el déficit estructural al término del gobierno. Pero entremedio han surgido una serie de proyectos que han significado mayores recursos que no estaban contemplados, por lo que se ve muy difícil que se pueda llegar a 0%». No obstante, añadió que «converger a 1% de déficit estructural tampoco se puede decir que es una irresponsabilidad mayor».

Una opinión distinta tiene Juan Eduardo Coeymans, quien indicó que «no veo útil que se acelere el paso para llegar a un balance estructural, más bien me conformaría con que cumpliera con tener un déficit de 1 % al 20142.

Si bien añadió que el gobierno tuvo un grado de avance importantes para cumplir su meta, «todavía queda este año y puede haber necesidades de gasto ante una eventual desaceleración de la economía».

Fuente: La Tercera


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