La innovación o, mejor dicho, la capacidad de innovar constituye un factor central para la inserción de los países en el mundo global del siglo XXI. Entonces, ¿cómo estamos en Chile en cuanto a innovación? ¿Hacia dónde va el mundo?

El supuesto implícito inicial es que hay un nivel relativamente bajo de innovación en Chile, lo cual estaría influenciado fundamentalmente por la metodología educacional prevaleciente (a nivel escolar y universitario) y por el comportamiento de las empresas productivas. Como resultado de esto, diversos indicadores a nivel macro, tanto para Chile como para la región latinoamericana, proporcionan un entorno macro innovador muy precario.

¿Lo anterior sugeriría que no hay innovadores en Chile? A nivel micro, es posible encontrar varios ejemplos paradigmáticos interesantes que muestran un panorama más optimista. Esto es lo que se destacará en la segunda parte de este paper.


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