Lea la columna de Andrés Espinosa Fenwarth publicada en el diario Portafolio de Colombia, donde se refiere a los planteamientos de Alejandro Foxley.

Colombia, al igual que varios países de la región, está sumida en la trampa de ingreso medio, fenómeno que la literatura económica define como la incapacidad de sostener un crecimiento elevado por varias décadas. Alejandro Foxley, economista y político chileno, sostiene que en Latinoamérica prospera, cada cierto tiempo, la idea de que es necesario comenzar todo de nuevo. 

En lugar de construir sobre lo edificado, la historia económica de la región se ha caracterizado, en varias ocasiones, por la destrucción de lo alcanzado por gobiernos fundacionales, que no proponen soluciones para salir de este intricado laberinto.

Foxley afirma que son múltiples los factores que empujan a un país hacia la trampa de ingreso medio, que, por definición, frena el crecimiento económico. También destaca la incapacidad para generar mejoras continuas de competitividad y productividad; baja calidad de la educación; excesiva desigualdad y desprotección de grupos vulnerables; incapacidad institucional; pobre gestión gubernamental y deficiente calidad de las decisiones políticas. 

Duele decirlo, pero esta es la cruda radiografía del acontecer regional y nacional, por cierto, como la describe el Foro Económico Mundial en el Informe de Competitividad 2016- 2017. La realidad es que para América Latina, Colombia incluida, el escenario de la trampa de ingreso medio es especialmente complejo; en sus primeras etapas de desarrollo, los países crecen rápidamente para luego estancarse apenas se acercan al umbral mínimo de ingreso alto per cápita de 22.000 dólares, medido en términos de Paridad del Poder Adquisitivo. Nuestro país se ubica en el nivel inferior de 14.161 dólares per cápita. 

En la región, solo Argentina se encontraba en el rango de países de ingreso alto en 1950; a pesar de ello, esta nación no ha parado de retroceder, arrastrada por las intermitentes veleidades del peronismo populista. Los países que en nuestra era se graduaron al estadio de rentas altas son Israel (1986), Singapur (1988), Irlanda (1990), España (1990), Corea del Sur (1995), Portugal (1996), Grecia (2000), Chile (2005), Kuwait (2005), Qatar (2005), Uruguay (2012), Malasia (2014) y Polonia (2014). 

El final del ciclo de auge de los productos básicos se tradujo en el desplome de los términos de intercambio y en el consecuente bajonazo de las ventas externas de los principales países exportadores de materias primas de la región: Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador y Venezuela. El resultado más visible del cambio del panorama comercial han sido los aumentos del déficit comercial y de la cuenta corriente de la balanza de pagos, sumados al creciente desequilibrio presupuestal del gobierno. A pesar de la depreciación observada de las monedas de la región, incluido el peso colombiano, las exportaciones no se han recuperado, como pensaban, de manera un tanto ingenua, algunos economistas y funcionarios oficiales.

Para superar la trampa de ingreso medio, resulta esencial preservar el imperio del Estado de Derecho, la mejora sostenida e incluyente de la competitividad y la inversión productiva que promueva el crecimiento y el empleo.

Andrés Espinosa Fenwarth
CEO de Inverdies

Fuente: www.portafolio.co


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