Documento afirma que “el Ejecutivo por mostrar alta tasa de eficiencia ha utilizado con intensidad las discusiones inmediatas”.

Un detallado análisis del proceso legislativo del gobierno de Sebastián Piñera entre 2010 y 2012 realizó el programa legislativo de Cieplan donde constata que, en este período, “tanto gobierno como oposición, han debido aprender a jugar en sus nuevos roles, existiendo bastante prueba y error”.

El estudio también señala que “la agenda durante 2011-2012 estuvo copada por coyunturas emergentes (conflicto estudiantil, conflictos regionales, reforma tributaria), que han forzado al Ejecutivo a reaccionar. En estos ámbitos muchos proyectos aún no se aprueban”. Como contrapartida, sostienen que “hay áreas de muy baja actividad legislativa sustantiva como en Trabajo” y que “el Ejecutivo ha tenido alto desgaste para lograr la aprobación de las iniciativas periódicas (ley de presupuestos, reajuste del salario mínimo, reajuste del sector público)”.

Respecto a los roles en el parlamento afirman que “la relación entre el Ejecutivo y el Congreso ha tendido crecientemente a ser más confrontacional que colaborativa. En este contexto, el Ejecutivo ha seguido la estrategia de conseguir votos específicos, en vez de lograr acuerdos transversales”.

También explican que la actual administración “ha priorizado proyectos de menor complejidad. En el afán del Ejecutivo por mostrar una alta tasa de eficiencia legislativa, ha tendido a utilizar de manera intensiva la herramienta de las discusiones inmediatas”.

Producto de las elecciones existe un riesgo de que parte de los parlamentarios destinen menos tiempo al trabajo legislativo, lo que puede resultar en falta de quórums, o en una menor discusión de los proyectos.

El estudio también indica que otro elemento clave es el año electoral y advierte que “puede incentivar una escalada de iniciativas con propósitos electorales de parte del Ejecutivo. Esto ya se constató de manera incipiente a fines de 2012 con la postergación de reavalúo de contribuciones y con el aumento del porcentaje de reintegro del impuesto específico para los camioneros”, dice la entidad.

Agregan que esto “puede acentuar la confrontación entre el Ejecutivo y el Congreso (incluyendo a parlamentarios oficialistas, que intentarán desmarcarse de un gobierno impopular)”.

Asimismo sostiene que “producto de las elecciones también existe un riesgo de que parte de los parlamentarios (en especial aquellos que van a la reelección) destinen un menor tiempo al trabajo legislativo, lo que puede resultar en falta de quórums, o en una menor discusión de los proyectos, lo que podría aprovechar el Ejecutivo a su favor”.

Desde la vereda de la oposición, también advierten desafíos “ante la posibilidad de volver a gobernar en 2014. Se visualiza una tensión entre quienes estén disponibles a negociar para dejar temas resueltos y aquellos que quieran extremar la confrontación para mostrar las diferencias”, dice el análisis.

Cieplan también señala que “el Ejecutivo ya dio por aprobadas las iniciativas que él mismo definió como emblemáticas de su programa de gobierno. La agenda legislativa remanente se compone principalmente de proyectos reactivos. Es probable que esta tendencia se exacerbe en 2013”.

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Fuente: Diario Financiero


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