Organizado por Cieplan, el encuentro «Boeninger: vigencia de ideas para el futuro» congregó a un gran número de personas que llegaron a recordar la figura del ex ministro cuando se cumplen diez años de su fallecimiento.

«Varios aquí fuimos testigos de la extraordinaria contribución de Boeninger a Chile, un hombre que estaba construyendo nación cada día», fueron las palabras de inicio de Alejandro Foxley, presidente de Cieplan, al dar la bienvenida al encuentro «Boeninger: vigencia de ideas para el futuro», donde participaron el ministro Gonzalo Blumel, Enrique Correa, René Cortázar y Mariana Aylwin como moderadora, frente a casi un centenar de personas que llegaron hasta el auditorio de Flacso para recordar al ex ministro, a diez años de su fallecimiento.

Además de familiares y ex compañeros de trabajo, entre los asistentes se encontraban el ex Presidente Ricardo Lagos; el  ministro de Desarrollo Social, Sebastián Sichel; el senador José Miguel Insulza; Jorge Burgos, Andrés Zaldívar, Sergio Bitar, Ernesto Ottone y Eugenio Tironi.

Foxley continuó su intervención destacando a Boeninger como un impulsor de diálogos en un país fragmentado, con una mirada de futuro para insertar a Chile en el desarrollo, armando redes con países estratégicos de cuyas alianzas se beneficiaran los chilenos.

«No queremos una mirada nostálgica, sino aplicar hoy lo que él hacía»- continuó Foxley- «Para mí y para todos los que lo conocimos fue un privilegio haber compartido con esta persona tan creativa, pero también de una gran calidad humana. Lo único que puedo decir es: Edgardo, te echamos mucho de menos».  


«Boeninger fue un hombre que construía nación cada día»

Alejandro Foxley

El ministro Secretario General de la Presidencia, Gonzalo Blumel, en tanto, remarcó que el legado de Boeninger es significativo para el momento actual que se vive en Chile: «De sus ideas que siguen vigentes, concuerdo con el sentido de la acción pública, el crecimiento con equidad, una economía liberal regulada, un reformismo gradual versus uno utópico; privilegiar la persuasión sobre la imposición. Estos conceptos debieran seguir siendo el anclaje, pero a la luz de los desafíos actuales».

Enrique Correa– para quien Boeninger fue un hombre «magistral, casi milagroso»- coincidió con el secretario de Estado en cuanto la vigencia de su figura ya que pensó en construir democracia sin confrontación, con propósitos comunes, capaz de gobernar en quizás el momento más crítico en la historia de Chile, donde Boeninger jugó un rol protagónico:

«El esfuerzo consistente y valiente de los que condujeron las protestas durante la dictadura se unió al tejido de acuerdos de dirigentes como Boeninger. No fueron procesos distintos. Sin las protestas y movilizaciones, la salida política no habría sido viable y sin política, las protestas habrían agotado su energía y terminado en una gran frustración».

«Siempre fue un hombre joven, que hoy seguiría aportando con creatividad e ideas originales»

René Cortázar

Finalmente, René Cortázar hizo hincapié en la originalidad de Edgardo Boeninger y aseguró que hoy seguiría aportando con ideas creativas, como lo fue el construir una democracia estable, con consensos sólidos. Finalizó sus palabras recordando una entrevista al Presidente Patricio Aylwin:

«Si la sociedad chilena, después que yo me vaya a otro mundo, estima que debiera tener un monumento, a mí me gustaría estar junto a Edgardo Boeninger, tal como hay otro monumento donde está el Presidente con su ministro: Manuel Montt y Antonio Varas. Sin menospreciar en lo absoluto a los demás ministros, el eje político de mi gobierno, las líneas gruesas, estuvieron cimentadas en la dupla Aylwin-Boeninger”.

El cierre del encuentro estuvo a cargo de Iris Boeninger, hija de Edgardo y actual embajadora de Chile en Uruguay: «Si algo tenía mi padre es que era un hombre de una gran entereza, que escuchaba. No hay acuerdo posible si no hay confianza, si no se cree que el adversario puede tener algo de razón, esa fue su gran enseñanza», concluyó.

Sobre Edgardo Boeninger

Ingeniero civil de la Universidad Católica, trabajó como ingeniero de tránsito de la ciudad de Santiago y luego se tituló como Economista de la Universidad de Chile.

Director de presupuesto durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva, decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile, rector de la misma casa de estudios y presidente del Consejo de rectores (1969-1973).

Al momento del golpe militar, Edgardo Boeninger fue el primero que se inscribió como militante en la Democracia Cristiana.

Estudió Ciencias políticas en la Universidad de California y fue uno de los fundadores del grupo de estudios constitucionales- “Los 24”- en 1978. Dirigió el CED entre 1984 y 1987. 

En ese año fue elegido presidente de la DC. 

Entre 1990 y 1994 encabezó la Secretaría General de la Presidencia y en 1997, senador hasta 2006. 

Autor de un gran número de trabajos, libros y papers, entre ellos, «Democracia en Chile. Lecciones para la gobernabilidad» y «Chile rumbo al futuro», que fue publicado de manera póstuma.


El encuentro en la prensa

El Mercurio: Foro en homenaje a Boeninger resalta relevancia de acuerdos y cuestiona actual estilo en política

La Segunda: Encuentro en Cieplan

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