La próxima publicación de Raúl Sáez analiza el nuevo acuerdo comercial firmado por EEUU, Canadá y México, analizando algunos de sus aspectos con el TPP y el NAFTA.

Raúl Sáez, investigador senior de Cieplan, publicará en los próximos días su más reciente análisis sobre comercio internacional, «Del NAFTA al USMCA: Una primera mirada», donde se centra en el nuevo acuerdo comercial que firmaron Estados Unidos, Canadá y México, denominado «USMCA» (US-México-Canada Agreement) y que llega a reemplazar el antiguo NAFTA. 

«Este documento es una primera mirada a lo negociado en el USMCA, comparándolo con el NAFTA, pero también con el Acuerdo de Asociación Trans-Pacífico (TPP). La comparación con este último es particularmente útil porque fue el último acuerdo negociado por EE.UU. y, en esa negociación, dicho país actualizó su posición en varios temas», señala el autor sobre su nueva publicación. 

Para Sáez, el USMCA es un NAFTA mejorado por el TPP, y que viene a añadir otro elemento a la situación entre EEUU y China en el contexto de la denominada «guerra comercial»: un ejemplo es la inclusión de una cláusula que obliga a los miembros del USMCA a informar al resto cuando inicie negociaciones con una economía considerada de no mercado, como China.

Además el resultado de la negociación del USMCA puede tener consecuencias para otros países que negocien con EE.UU., no sólo nuevos acuerdos sino que también actualizaciones de acuerdos bilaterales con EE.UU. ya vigentes. Esto pues «la tradición negociadora de EE.UU. muestra que, una vez concluida una negociación con obligaciones y normas nuevas, EE.UU. trata de incorporarlas en los acuerdos existentes y los que están por negociarse», explica Sáez. 

A continuación, te presentamos los principales puntos de «Del NAFTA al USMCA: Una primera mirada»:

-Se introduce una norma de valor de contenido laboral que especifica que entre un 40 y 45% (según el tipo de vehículo) del valor deberá ser producido por trabajadores con un salario de al menos 16 dólares la hora. Es primera vez que se introduce una norma de origen laboral en un acuerdo comercial.

-Desde el punto de vista de la producción global de partes y piezas automotrices, el aumento del porcentaje de origen norteamericano es claramente proteccionista. La contraparte de este mayor contenido regional implicará una pérdida de competitividad de los vehículos fabricados en Norteamérica en el mercado global.

-En las negociaciones EE.UU. solicitó la inclusión de una cláusula de fin de vigencia del acuerdo de manera automática a los cinco años, a menos que los tres países acordasen renovar su vigencia. 

Una cláusula así tenía el objetivo explícito de crear incertidumbre para las inversiones en México o en Canadá hechas para exportar a EE.UU. aprovechando los beneficios del acuerdo. La cláusula finalmente acordada es menos drástica pero también inusual en un acuerdo comercial y se destaca por su complejidad: el acuerdo terminará después de 16 años de vigencia, a menos que cada miembro confirme que desea renovar el acuerdo por un nuevo período de 16 años. Esta confirmación (o no confirmación) se efectuará a los seis años de vigencia cuando se debe hacer una revisión conjunta del funcionamiento del acuerdo, debiendo cada uno de los miembros confirmar por escrito que desea prorrogar el acuerdo.

-Otra novedad es la restricción que se impone a la libertad de Canadá y México para negociar acuerdos con economías que no son de mercado. Esta cláusula llama la atención porque el USMCA (tal como el NAFTA) es un acuerdo de libre comercio y no una unión aduanera y, por tanto, no tiene una política comercial común.

Fuente: Cieplan


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